El 2017 ya nos vimos enfrentados a esta incógnita y por la poca participación de muchos y los votos de una minoría fue elegido el peor presidente de la historia , con una seguidilla de mutilaciones oculares muertos y corrupción en sus cuatro años de gobierno que aun no acaba y dejará consecuencias en la población chilena por muchos años más
Cada vez que se acercan las elecciones la mayoría de las personas se dirigen a la página del servel y solo les preocupa no aparecer como vocal de mesa, para no tener que ir a cumplir con su deber cívico.
Son muchos los que reclaman sobre el gobierno y la situación actual ya sea en la calle o en las redes sociales pero cuando llegan las elecciones rehuyen y aparecerán las típicas excusas: ¡salga el que salga igual tengo que ir a trabajar mañana¡
¡da lo mismo el que salga total son todos iguales¡
El 2017 cuando las elecciones se definieron entre GUILLIER y PIÑERA menos de la mitad del padrón electoral le dio la ventaja a la derecha más una buena cantidad de los que votaron nulo junto con los que se quedaron en su casa sin ejercer el derecho a sufragio.
Si algo aprendimos en los últimos años es que la derecha no debe ser gobierno nuevamente y no da lo mismo por quien votas pues las justas demandas sociales y los cambios estructurales se ganan en la calle y también en las urnas como fue el caso de la votación por la nueva constitución siendo los resultados un 78,27% para el Apruebo (5.886.421 sufragios) y un 21,73% para el Rechazo (1.634.100 votos), con 44.846 mesas escrutadas de un total de 44.913, correspondiente al 99,85%.
En resumen no da lo mismo por quien votas y no da lo mismo quedarse en la casa pues la decisión es tuya y no de una minoría
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